miércoles, 6 de diciembre de 2017

Si quienes nos dirigen no se bajan de las alturas ...

 River corre el riesgo de volver a la B
por Héctor Bacci 

La dirigencia que pretende renovar el mandato fue infectada por el virus de la soberbia que no reconoce la validez del razonamiento y la necesidad del deber ser.

Una vez mas, no es suficiente “Ser”, cuando se trata de administrar cuestiones ajenas (Socios – Sentimiento – Pasión), lo mas importante es el “Deber Ser”.

Como de costumbre y triste realidad estos directivos que pretenden entronarse en el poder, sin escuchar a los que aportan ideas sustentables, nos arrastran al fracaso.

Lo que es peor es que para ellos es una circunstancia temporal – hoy pierdo mañana gano, si puedo, - y si su quimera resulta… Bien por ellos, pero de lo contrario paga River y se van a su casa sin cargo y sin culpa mientras nosotros quedamos desvelados por la amargura.

Yo creí en Donofrio. Se lo hice saber como socio padre y abuelo de riverplatenses en oportunidad de la graduación de mi nieto en el instituto pero no puedo por ello ser ciego por voluntad.

Llegó a la cima de River sin cuestionamientos, ganando elecciones limpias. Pero esto no es más que la confianza que el socio depositó en él.

El socio le entregó un cheque en blanco por convicción pero en gran medida por las vergonzantes frustraciones recientes que imploraban cambio.

Pero, ¿Se produjo el cambio?... A medias...

El verdadero campeonato fue heredado (Ramón estaba al frente).

Con un empate en cancha de Racing éramos campeones y perdimos con un desgraciado gol en contra.

A Boca lo despedimos gracias a la estupidez de uno de sus hinchas con el gas pimienta.

En el último campeonato local se cae el puntero que llevaba una ventaja apreciable y se nos pone a tiro…

No le pudimos ganar a Huracan, nos empataron partidos sobre la hora, nos dieron vuelta resultados imposibles, como el 3 a 0 con Lanús por Copa Libertadores que terminó 4 a 3 en veinte minutos y nuestra descalificación.

A las pocas horas perdimos con Boca de local y no quiero seguir.

Vendimos jugadores de selección y salvo Scocco trajimos reemplazantes que están muy lejos de la calidad de los que se fueron.

Lo de Alario demuestra una conducción distraída o falta de capacidad.

Señores, River vuelve a ser invadido por reparto de cargos y prebendas. Con esta fórmula nos fuimos a la B.

Del mismo modo que necesitamos recambio de jugadores necesitamos recambio de dirigentes.

Ya está. Ya fueron, gracias por los servicios prestados. Los socios no podemos volver a equivocarnos votando por simpatía. Así nos fue con Pasarella.

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