domingo, 18 de marzo de 2018

¿Cree que Macri está usando sus influencias políticas para beneficiar a Boca?

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(Según cuadro del que es simpatizante)

¿Cree que Macri está usando sus influencias políticas para beneficiar a Boca? 

jueves, 1 de marzo de 2018

¿Quién es Diaz Guilligan en el fúbol y en River?

La historia del exsubsecretario de Macri, Valentin Díaz Gilligan en River y Banfield,  entre paraísos fiscales y el fútbol

El funcionario que debió renunciar a su cargo como subsecretario de la Presidencia de Macri porque se le descubrió una cuenta offshore en Andorra es hombre de Cambiemos en la CD que conduce D’Onofrio y socio comercial de Spinosa, presidente del Taladro.

Diaz Guilligan, entornado por Brito y D¨onofrio

 Díaz Gilligan es algo más que un ex funcionario macrista que se vio empujado a renunciar a un cargo en el gobierno por no haber declarado una cuenta offshore en Andorra.

Sus vínculos con el fútbol exceden lo que hasta ahora se conocía de él: su cargo de vocal en la comisión directiva de River y la relación comercial y de amistad que reconoció tener con el empresario uruguayo Francisco Paco Casal.

Dijo que este representante y socio de Enzo Francescoli le había confiado la guarda de 1,2 millones de dólares en un banco privado de aquel paraíso fiscal.
 Pero el ex subsecretario de la presidencia también apareció vinculado en dos sociedades con el actual presidente de Banfield, Eduardo Spinosa. Son Terra Sport y DS Media SA. La primera dedicada al turismo y la segunda a la organización de eventos deportivos.

PáginaI12 no pudo confirmar si ambos siguen relacionados. El dirigente del club no respondió a los llamados y mensajes de este diario.

Si un ex subsecretario de Estado aparece involucrado en una denuncia por presunto lavado de activos, el delito que se le imputa tiene consecuencias políticas, como ya pasó.

Pero si ese ex funcionario mantiene vínculos probados con el mundo del fútbol, robustece cualquier sospecha e incursiona en otro terreno.

 Díaz Gilligan integra actualmente la conducción de River como vocal titular, donde ya recibió un pedido de remoción de seis integrantes de la comisión fiscalizadora del club, cuatro titulares y dos suplentes: Horacio Roncagliolo, Guillermo Maffeo, Daniel Belvedere, Daniel Lisera, Nicolás Fantasía Macchi y Alejandro Massip.

 El primero fue más allá en los detalles: “Le pedimos al presidente D’Onofrio la urgente destitución porque el propio Díaz Gilligan admitió tener una cuenta con Paco Casal, socio y apoderado de Enzo Francescoli, lo cual es incompatible con su función”. La nota ingresó a River el 20 de febrero. 

Roncagliolo incluso sugirió que podría haber pasado dinero de River por la cuenta de Andorra. Es opositor al oficialismo y no es la primera vez que realiza denuncias de este tipo.

Las hacía cuando gobernaban Alfredo Davicce, José María Aguilar y Daniel Passarella. Su pedido de remoción para Díaz Gilligan hace tambalear el delicado equilibrio político interno del club.

Ahí convivió D’Onofrio durante su primer mandato –y aún lo sigue haciendo– con varios funcionarios o militantes de la alianza Cambiemos. Una costumbre que se da con frecuencia en una asociación civil deportiva, no así en un gobierno.

Esa relación que mantiene con River el ex subsecretario de Estado no puede desvincularse de otra. Fernando De Andreis –su jefe político y actual secretario de la presidencia de la Nación– también fue dirigente del club.

Díaz Gilligan ingresó al oficialismo por la agrupación del banquero y vicepresidente 1º de D’Onofrio, Jorge Brito. El empresario más cercano a Macri de la comisión directiva que inauguró en enero pasado junto al presidente un parque eólico en Rawson.

Conduce Genneia, la compañía donde el verdadero poder es Darío Lizzano, un argentino que emergió del anonimato en nuestro país como representante de capitalistas con base en Wall Street. El mismo que le compró al grupo Socma otros molinos de viento. Macri, Lizzano y Brito tienen intereses en común. El fútbol contribuye a que se tornen más visibles.

River es una marquesina donde todo trasciende, aunque no sucede con la misma fuerza en Banfield. Díaz Gilligan es o ha sido socio comercial de Spinosa. También figuró en el padrón de Banfield con el número de carnet 58.348.

Se declaró amigo de Paco Casal para prestarle su cuenta bancaria. Ingresó a la comisión directiva de River como hombre de confianza del funcionario De Andreis.

No era un recién llegado al fútbol cuando el diario El País de España descubrió su cuenta en Andorra. Tampoco es difícil advertir que el ambiente de la pelota es un territorio fértil para concretar operaciones político-financieras. Huellas como estas suelen quedar expuestas en un club. Pero en dos clubes el doble.

por Guillermo J. Veiga para Página 12


Mora, es el ejemplo

Mora, es el ejemplo
Gallardo puso al uruguayo como espejo para todo River


"Siempre doy el máximo", comentó el Pulga al llegar a Buenos Aires.

Si el 2-2 en Río de Janeiro detuvo la caída, también fue la confirmación de que Rodrigo Mora volvió para quedarse. Después de una lesión de la que no se sabía cómo iba a regresar, el uruguayo viene siendo el mejor refuerzo del River 2018. Y un gol, el del 1-1 de cabeza, resultó ser la recompensa a todo su esfuerzo. Algo que alegró a él, a sus compañeros y al mismísimo Marcelo Gallardo: “Lo de Mora es un caso especial, no teníamos certezas de cómo iba a volver. Me pone muy feliz porque sé todo lo que sufrió. Hoy está demostrando ser una alternativa importante dentro del equipo. Es un ejemplo a seguir que me pone contento”.

"Hubo actitud y se mostró carácter". El delantero fue quien habló con la prensa en el aeropuerto, al llegar a Buenos Aires. Y sus sensaciones se vieron mezcladas, entre lo individual y lo grupal.

“En lo personal, estoy súper feliz. Volví a jugar en la Copa Libertadores, volví a meter un gol. No se pudo ganar, pero es importante haber vuelto a la titularidad. Cada partido que pasa me siento mejor”. Venía de arrancar y convertir el primer gol contra GodoyCruz (también 2-2) y repitió en Brasil: adentro en el 11 inicial y festejo. Rendimiento que le mete presión al Muñeco para sentar en el banco a Pratto o a Scocco o, en su defecto, retrasar unos metros a Mora.

El 7, por el momento, se lo toma con mucha calma. Y le sonríe a esta nueva oportunidad que le dio el fútbol: “Estoy disfrutando, yo no me puse techo. Si bien el doctor me dijo que iba a estar en la pretemporada de enero, estoy disfrutando y cada vez que me toca entrar a una cancha lo hago con amor y por la pasión que siento por el fútbol. Voy a dar el máximo”.

OLE