Ayer Tomas Andrade de 19 años debutó en River ante Vélez, no ocultó su emoción tras jugar
sus primeros 31 minutos en primera y entre lágrimas reconoció. "Desde muy chiquito pasé muchos días
llorando porque quizás no tenía la posibilidad y me ponía mal. Me
entrenaba mucho, todos los días. Son muchos recuerdos los que se me
vienen a la cabeza"
Sentimiento riverplatense
"Esto es un sueño cumplido, por eso le
agradezco al técnico, a toda la gente del club, a mi papá, mi mamá, mis
hermanos, mi novia... Es un día histórico para mí, es un sueño
cumplido. Yo solo se lo que me esforcé y lo que me rompí para poder
lograrlo", contó el zurdo, quien pudo marcar su primer gol pero el
remate -de primera y con su pierna hábil- dió en el palo. "La verdad, si
entraba esa jugada... no sé qué hacía".
Paladar millonario
Sus movimientos y su facilidad para llevar el balón con el pie izquierdo, partiendo desde la derecha hacia el centro, hicieron que Andrade se ganara los aplausos del Monumental. Además, tiró la famosa "boba" de Andrés D'Alessandro y contó la charla que tuvo con él antes del partido: "A Andrés no lo conozco mucho, pero antes del partido me dijo que me anime y que la tire. Él es mi ídolo y eso me ayudó mucho y me incentivó para hacerla. Pero él es un genio y yo recién estoy empezando".
Paladar millonario
Sus movimientos y su facilidad para llevar el balón con el pie izquierdo, partiendo desde la derecha hacia el centro, hicieron que Andrade se ganara los aplausos del Monumental. Además, tiró la famosa "boba" de Andrés D'Alessandro y contó la charla que tuvo con él antes del partido: "A Andrés no lo conozco mucho, pero antes del partido me dijo que me anime y que la tire. Él es mi ídolo y eso me ayudó mucho y me incentivó para hacerla. Pero él es un genio y yo recién estoy empezando".
La buena noticia es que este partido sirvió para probar a algunos juveniles. River necesita de renovación donde se pretendió reforzar y no resultó. Saltaron a la cancha jugadores que se mostraron comprometidos, con carácter para jugar y lo más importante: con ganas.
ResponderEliminarTal es el caso de Montiel y Andrade, dos pibes que justificaron su presencia en cancha con argumentos válidos de juego.