martes, 6 de octubre de 2015

El debate deja afuera al deporte

El debate deja afuera al deporte



Claudio Mauri en La Nación


Como a todos los votantes les interesa tener un trabajo que les permita llegar a fin de mes sin zozobras, los candidatos a presidente exponen sobre economía. Como a todos les preocupa que sus hijos vayan a escuelas dignas con maestros capacitados, se explayan sobre educación. Como a todos les preocupa ser víctimas de delitos o de la corrupción, abordan la seguridad y justicia.

¿Y por qué si una amplia mayoría de ese todo tiene inclinación por el deporte, desde el base y social hasta el profesionalizado, ningún presidenciable se ocupa de un tema que hace a la composición de una sociedad?
En la agenda del debate realizado el domingo entre los candidatos a la presidencia estuvo ausente el deporte. Nada novedoso. El deporte, si es que integra alguna plataforma, está muy relegado. Quizá haya estudios que demuestren que no ayuda a atraer votantes. Es cierto que el deporte está subvaluado a nivel estatal desde el momento en que no tiene rango ministerial. Sólo se le destina una secretaría.



El estímulo al deporte de base, social e infantil, ayuda a combatir dos grandes plagas contemporáneas: el sedentarismo y la drogadicción. Es una función indelegable del Estado. El deporte de rendimiento, el olímpico, también requiere de un programa oficial. Yendo al otro extremo, al deporte profesionalizado, el fútbol está instalado como espectáculo y negocio. Mucho se politizó el fútbol en los últimos años.
¿No tienen nada que decir los presidenciables sobre este maridaje del que el aficionado común no sale beneficiado? Porque las barras bravas tienen un pie en los clubes y otro en los partidos políticos. Son fuerzas de choque para las más variadas operaciones. ¿No hace falta un pronunciamiento de los candidatos sobre cómo piensan extirpar este tumor? ¿Fútbol para Todos puede seguir siendo viable con esta fórmula de más de 1400 millones de pesos por año que salen del erario público que alimenta el contribuyente?
El fútbol funciona en muchos casos como un apéndice de la política. Boca conecta a Angelici con Macri, mientras que el kirchnerismo tiene su candidato con Santamaría para las elecciones de diciembre. Blanco, en Racing, tiene sintonía con el oficialismo gobernante, y Moyano, en Independiente, se distancia porque ya no comparte los mismos intereses.



Antes de la caída del Muro de Berlín, el régimen comunista tomaba el deporte como instrumento de propaganda. Los atletas servían al sistema. Jean Echenoz, en su libro Correr, novela el uso que la dictadura checoslovaca hizo de Emil Zatopek, la "Locomotora humana", tricampeón olímpico en pruebas de fondo. Un sistema opresivo que a los deportistas les quitaba libertad y muchas veces los sometía a aberrantes prácticas de doping.
En vísperas de las elecciones argentinas, el deporte no tuvo voz ni voto desde el atril.

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